Aun cuando tiendo a sobredimensionar ciertos detalles impulsada tanto por el mix de manias que me acompañan como el caracter visceralmente de mierda que visto y calzo -a esta altura qué sentido tendría valerse de un eufemismo¿? pffff- hay que reconocer que hay ciertas pequeñeces sacantes, que de tan sacantes ameritarían una revisión de su condición de "detalles de la convivencia", "pequeñas cosas a tolerar" y tal y cual.
Y no soy yo, son ELLOS. Los que las cometen a troche y moche y se amparan en "pero no podés enojarte por esta boludez, no da hacerse mala sangre por pequeñeces".Claramente no soy yo la culpable por encajarles un chistido, una puteada o algún código de lenguaje corporal indiscutiblemente tramontina: cortando grueso.
Claro que también luego de la reacción tengo esos momentos en que me avergüenzo profundamente de mi hacer. Y si, una fue socializada y tiene el chip de la cohesión social activado, desde ya. Pero cuando me agarran esos raptos de arrepentimiento vergonzante por mi episodio sacado corto a lo tramontina again: lo justifico con la benevolencia que suelo tener para conmigo misma de manera gruesa y sencilla: "he sido arrastrada por la desesperación que me provoca este mundo enajenado, en que me ha tocado en suerte nacer".
La lista de "pequeñeces" sacantes se ha ido renovando, ya iré actualizando lo que el 2010 me depare. No obstante, debo reconocer que hay un ranking, hay escalas y hay un top 3.
1- crack crack crack crunch crunch crunch cuando comen caramelos, pastillas u otras golosinas que fueron diseñadas para ser CHUPADAS y no masticadas de una. Ah si, pocas cosas de mi trabajo me joroban. Lo más insalubre es tolerar el cranch cranch cranch de una de mis compañeras cuando come caramelos, pastillas y etc. He llegado a sentir que si no para de masticar la mentita/pastilla con ese crack crack crack molar se me va a reventar la vena de la indignación. Me enferma, me desconcentra, quiero quitarle peso al sonido y no lo logro, es como algo que me taladra cranch crack crunch cranch crack crunch cranch crack crunch y se convierte en una tortura china.
2- Comentadores incontinentes en el cine."Pero , por qué se levanta y va a la cocina ahora? Por qué no se queda cerca del teléfono???? El detective le dijo que le avisaba si el sospechoso se acercaba". Y ahí una hace un esfuerzo supremo por censurar -no siempre lo logra- "pooooooooorque es una película de suspenso y se supone que tiene que generar ese clima, imbécil!???". Me agota. Deberían generar salas para habladores/comentadores y salas para no habladores/comentadores, si los fumadores gozan de ese trato cuando se disponen a picar algo entre amigos, por qué una pobre cinéfila debe tolerar la contaminación sonora? Posta, Sr. Hoyts evalúelo.
3- Las parejas que se besan con ruido y gimen y se secretean con franeleos en reuniones, asados, tertulia amigueril. MUY desubicado e insufrible, vamos. Vayanse a un telo y metanse la lengua hasta donde se les cante, pero lejos de mi mesa, mi copa y mis sentidos.
8 ene 2010
7 ene 2010
Tramontina Fan II
Pienso y repienso cómo me fascina, cómo lo devoro, cómo lo admiro y hasta le he celebrado esa alimonada malvadeza que supo calzar como personaje y que condimentó sus deliciosas obras.Me puede. Me gustan ESOS malos.
Cuando se enfrentó al caso que inspiró "A sangre fría" sintió que "no podía respirar" (sic) porque se dió cuenta que sería el más importante de la década, que podría inaugurar un género (la "novela real") y etc.
Durante 6 años Capote conversó con vecinos, policías que investigaban el caso, los asesinos y familiares de los asesinos. Más acá o más allá, el gordito manipulador que era Truman Capote (entre otras muchísimas variables y dimensiones) llegaba a lo celebridad gritando: "traigo comida, noticias, literatura".
Sacudía un diario, bocadillos caros y una novela suya con autógrafo y dedicatoria para la carcelera (cholula)que le daba acceso IRRESTRICTO, como si el escritor fuese a tomar el té con ella, no a sonsacar al preso.
Durante 6 años Capote visitó a Perry, el autor material de los escopetazos. Sondeó y escarbó cuanto quiso en su doloroso pasado, le llevó libros y revistas, le consiguió abogado y le dió de comer en la boca cuando hizo huelga de hambre.
También lo traicionó.
Perry estaba condenado a muerte y esto formaba parte del inminente triunfo literario de Capote. Parte del éxito de Capote era que Perry fuera ahorcado.
Capote lloró al despedirse, si. Se paró frente a la horca (como Perry pidió) y vio cómo lo estrangulaban. Luego no volvió a ser el mismo.
Aún quienes lo querían relatan anécdotas que lo muestran mezquino, cínico, feroz. Murió muy solo.
Y acá viene el quid de la maldad: quizá si hubiera sido mejor persona no hubiera sido tan brillante.
"Vivimos en la oscuridad. Hacemos lo que podemos. El resto es la demencia del arte. Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; el látigo es únicamente para autoflagelarse". (Truman Capote)
Tramontina Fan I
Una vez tuve un novio que sentenció ·como a vos te gusta tanto Legiao Urbana tomá este cassette que me pasó S, te va a encantar esa banda, escuchala· y fue amor a primera oida. Existe, creeme.
Las hormonas mutaron conmigo y cambié de novios, cumplí la cadenita walkman-discman-mp3-Ipod y hasta cambié de peluquero, pero nunca solté a los Pixies.
La tercera canción del lado A era Here comes your man, a no olvidarse que estábamos en la previa al repeat, por lo que fascinarse con una canción implicaba stop plus rewind plus play en una especie de mantra holistico.
Supe aplicar la variante stop plus eject plus lapicera en mano la introduzco en como se llame uno de esos orificios del cassette plus giro revoleo de muñeca que hay que ahorrar las pilas del walkman que son las 2 am y todo está cerrado open play, me pongo los auriculares y a saltar mentalmente, y ni tanto.
Ahora bien, qué cosa linkeó aquel novio entre Legiao y los Pixies, qué linkeó entre él, yo, nosotros, Renato, Francis y el "te va a encantar" continúa siendo parte del misterioso encanto que barniza gran parte de ese antes que me trajo a este ahora.
Si me lo cruzase, si algún día se topa con esta entrada de blog y reconoce el momentum que lo incluye, no se trata de un gracias. Sería TAN insuficiente, TAN dejo de gestito burocrático repetido sin mayor sentido. Nos alcanzaría con un: "Hey, must be a devil between us"
Amen.
Las hormonas mutaron conmigo y cambié de novios, cumplí la cadenita walkman-discman-mp3-Ipod y hasta cambié de peluquero, pero nunca solté a los Pixies.
La tercera canción del lado A era Here comes your man, a no olvidarse que estábamos en la previa al repeat, por lo que fascinarse con una canción implicaba stop plus rewind plus play en una especie de mantra holistico.
Supe aplicar la variante stop plus eject plus lapicera en mano la introduzco en como se llame uno de esos orificios del cassette plus giro revoleo de muñeca que hay que ahorrar las pilas del walkman que son las 2 am y todo está cerrado open play, me pongo los auriculares y a saltar mentalmente, y ni tanto.
Ahora bien, qué cosa linkeó aquel novio entre Legiao y los Pixies, qué linkeó entre él, yo, nosotros, Renato, Francis y el "te va a encantar" continúa siendo parte del misterioso encanto que barniza gran parte de ese antes que me trajo a este ahora.
Si me lo cruzase, si algún día se topa con esta entrada de blog y reconoce el momentum que lo incluye, no se trata de un gracias. Sería TAN insuficiente, TAN dejo de gestito burocrático repetido sin mayor sentido. Nos alcanzaría con un: "Hey, must be a devil between us"
Amen.
6 ene 2010
Hijadas I
Ayer a la noche jugábamos a Text Express y nos tocó resolver una serie de anagramas. Siempre se arranca con las palabrejas de 3 letras, como debe ser. La pantalla nos tira: P, A, U.
Frente a la cercana asociación "upa" -es una niña que hasta hace dos años jugaba en mi notebook a upa, che!- o la pinchante "púa", me conmina:
-Escribí Apu, mamá! La palabra es Apu.
Por supuesto que nunca aceptó "apu", probamos con "púa" y pasamos a la palabra siguiente, en este caso ya de cuatro letras.
-Cómo puede ser que tu compu no conozca los Simpson?
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